Hay una definición posible y precisa de “populismo” que es poner el bienestar de hoy por encima del de largo plazo; más votos hoy, y el futuro encontrará a otro para enfrentarse a los problemas.
El problema de ese tipo de populismo es que es inaplicable para los gobiernos prolongados: en un momento empiezan a pagar los costos de los retrasos de inversiones, de tarifas congeladas, de tipos de cambio poco realistas.