miércoles, 8 de febrero de 2012

La pendejada cantora.

 Como todo en este mundo, la palabra "militancia" ha sido resignificada por el Sistema. Pausterizada. Doblegada. Dirigida semánticamente hacia otro lugar.

Un militante ya no es un cuadro con línea, un lider barrial, estudiantil, gremial, o lo que sea, con gran capacidad de conducción. Un hombre de acción que baja y promueve situaciones de trabajo y reflexión grupal.

Un militante 2012 es un empleado que quiere ascender en la Empresa. Como un bancario o un trabajador más de alguna multinacional.

Que se identifica con la Empresa. Pero llegado el horario de salida, incluso es capaz de putear y negar a su propio Partido. Y a sí mismo.

Es solamente plata lo que los mueve. Ambición de plata.
 

El dirigente no es el mejor cuadro. Ni el estratega, el conductor, o el mejor orador. Nada. Sino el que maneja la Caja.

Por eso las lealtades como valor supremo. Igual que la Mafia.

Claro, si uno dice esto de esta manera, se sitúa en la Anti-política. Habría que buscar entonces, algún otro vocablo que también signifique "mafia", pero que se diga de otro modo.